El sábado 19 de septiembre tuvo lugar en las instalaciones del Club de Agentes de la Policía Nacional, la segunda versión del Oktoberfest, evento organizado por Temaq Ltda, representante oficial en Colombia de las cervezas Erdinger, Warsteiner, Lindener y Lowenbrau.
A diferencia del 1º Oktoberfest, este si tuvo un valor de $30.000ºº en la entrada, el cual incluía una cerveza Erdinger Oktoberfest y su correspondiente vaso. Tuve la oportunidad de asistir con dos amigos, los cuales quedaron encantados con la nueva referencia de la cervecería alemana, y por supuesto, a mi también me gustó bastante.
Como es costumbre es este tipo de cervezas, ofrecía una espuma blanca, densa, gruesa, muy cremosa y de sabor salado. Su color era cobrizo, turbio. En aroma, tenemos toques a frutos rojos, pan, hierbas, de intensidad moderada. Su sabor, muy sabroso, toques a vino, ácido y amargo balanceados, madera y un regusto amargo y vinoso. Una estupenda cerveza que siempre había querido probar, suave y delicada para beber (mi amiga me comentó que fue muy rico beberla), aunque en una cantidad de 500 mL, su contenido alcohólico de 5,7% puede dar ciertas sorpresas en aquellas personas que no beben de manera frecuente cervezas de concentración moderada de alcohol.
En el lugar, también era posible encontrar comida típica alemana y chilena. "¿Chilena, pero qué tiene que ver Chile con un evento alemán?" se preguntarán los lectores. Pues bien, Temaq Ltda, decidió importar la cerveza chilena Kunstmann y lanzarla ese mismo día (sólo vi que estaban ofreciendo la referencia Torobayo).
Tuvimos la oportunidad de maridar la Kunstmann con una salchicha alemana rellena de especias y el resultado fue muy rico, aunque no hablaré de sus características en esta ocasión, pues tuve que beberla en el mismo vaso de Erdinger, lo que hizo una especie de coctel cervecero. Sin embargo, una de las cosas que me impresionó fue su etiqueta, una policromía muy bien elaborada en la que se observa que es una cerveza del tipo "pale ale" hecha en Valdivia. En el costado lateral izquierdo se lee una leyenda que informa al consumidor que es una cerveza de influencias británicas, elaborada con maltas caramelo que le dan un color ambarino a la bebida. Sus ingredientes son malta, lúpulo, levadura ale y agua (respetando la Ley de Pureza alemana) y su contenido alcohólico es de 5,0%.
"¿Pero Manzapivo llevó a los amigos a beber cerveza no más?" pues bien, aparte de la cerveza, también me encanta (como buen colombiano) la buena rumba y bailar, y apenas me enteré que al evento asistirían los grupos de merengue Las Chicas del Can y el rey del género, Wilfrido Vargas, no lo pensé dos veces para asistir.
Antes que se presentaran ellos, tuvimos la oportunidad de observar a unos bailarines de polka alemana. Era la primera vez que observaba dicha danza en vivo y en realidad, consta de unos movimientos que parecen fáciles, pero son muy complicados de realizar sin experiencia previa, cuando los bailarines citaron a cinco parejas para que imitaran los pasos. Fue divertido ver como terminaban en un buen enredo o bailando otra cosa totalmente distinta a la música que sonaba en esos momentos. Al final, ganó una pareja que por veredicto unánime de los asistentes, imito de manera casi idéntica los pasos de la pareja de artistas.
Después del curioso concurso, sonó la música para que los asistentes pasaran a la pista de baile e irnos preparando para la descarga de merengue que vendría a continuación.
Cuando me dijeron que se presentaban las Chicas del Can, pensé que se trataba del mismo grupo conformado por las mujeres que en los ochentas pusó a bailar a más de uno con éxitos tales como "La Divorciada", "Juana la Cubana", "Voy pa'lla", pero cual sería mi sorpresa que se trataba de una nueva conformación, tres hermosas mujeres que nos pusieron a bailar y deleitarnos con sus sensuales movimientos.
La alegría se tomó el Oktoberfest y hasta algunos alemanes que habían asitido, bailaban con gran facilidad la música tropical. La gente coreaba con ánimo todos los temas que interpretaron, con los que se bailó y amenizó muchísimas fiestas dos décadas atrás.
Los organizadores del evento decidieron ofrecerles sendas copas con cerveza Erdinger a las artistas, sin embargo, y a pesar del deseo de los asistentes que bebieran la cerveza, se negaron a hacerlo, supongo que de pronto influía de manera negativa en la voz y que lo harían después de la presentación, en completa calma. Pero eso si, el espectáculo fue maravilloso, la energía que desprenden es tremenda y la gente no se cansó de bailar todas sus canciones.
Y este fue el momento esperado por todos, cuando el rey y uno de los pioneros del merengue apareció en escena, el gran Wilfrido Vargas.
La euforia se tomó el lugar, la gente gritaba, aplaudía mientras sonaban las trompetas, congas y tambores. Wilfrido apareció en escena con dos voces que interpertaban los temas mientras él tocaba la trompeta de manera profesional y magnífica.
A pesar de su edad, su talento sigue intacto, el ánimo que irradía y la alegría que refleja hicieron las delicias entre nosotros mientras bailábamos sin parar y corear sus canciones, entre las cuales interpretó éxitos tales como "El Baile del Perrito", "13 años", "Por la plata baila el mono", "Volveré", "Comején", "Abusadora" entre otros.
Nunca había tenido el privilegio de presenciar uno de sus conciertos, y más aún, estar tan cerca de una estrella de la talla y prestigio del gran Wilfrido. El broche de diamante para un gran evento en que la cerveza, la alegría, la camaradería y la buena rumba maridaron armoniosamente en un día del amor y la amistad.