Para los que no han tenido la oportunidad de leer sobre los objetivos de estos cursos, en éstos se enseñan muchos conceptos desde el punto de vista de elaboración de cerveza, que va desde una charla instructiva sobre los ingredientes hasta la participación activa en el proceso práctico de elaboración. Sin embargo, en este tema quiero hacer énfasis y destacar la presencia de más mujeres durante el curso.
Tal vez para muchas personas el tema no sea de importancia, pero para los que hemos tenido la oportunidad de visitar fábricas cerveceras, es evidente que ese ambiente es totalmente masculino (salvo escasísimas excepciones), y también que debido a la publicidad de los grandes emporios, la cerveza comenzó a verse como un tema de “sólo hombres”.
Las asistentes al curso, con las que tuve la oportunidad de charlar e intercambiar opiniones y puntos de vista, eran personas relacionadas con el mundo de la química, microbiología y tecnología de alimentos, lo que me permitió darme cuenta que estos cursos han subido de nivel en poco tiempo, así como ver que el tema cervecero se está volviendo una especie de “proyecto de vida” para algunas personas vinculadas con el ramo de las ciencias químicas y biológicas.
De igual forma, en el grupo de Cerveceros Caseros y Artesanales de Colombia, varias integrantes ya participan de forma activa, ya sea haciendo preguntas, comentarios o planteando estrategias para la solución de problemas en la cervecería casera.
Para finalizar, hablando con algunas amigas, me han comentado que el tema de disfrutar plenamente la cerveza se está desarrollando plenamente en el género femenino, ya que cuando van a disfrutar de la bebida, hacen un pequeño análisis sensorial, que les permite descubrir muchas cualidades. Como promotor y difusor de la cultura cervecera, escuchar eso me llena de satisfacción.
