El movimiento cervecero, en lo que a Bogotá concierne, va enriqueciéndose con nuevos proyectos de emprendimiento, de los cuales se destaca la forma impecable como son implementados, tanto en estética como en la calidad de cervezas.
Uno de los nuevos jugadores en la escena se llama Chelarte, cuyo nombre es la unión de la palabra "chela" (sinónimo de cerveza) y "arte", por lo de artesanal.
Esta empresa, que se constituye por una planta cervecera ubicada en la localidad bogotana de Suba y su respectivo bar, localizado a pocas cuadras del famoso Parque de la 93 (Cra 14 93B 45) lleva algunos meses de operación formal, sin embargo, y a pesar del poco tiempo, ya han logrado entrar con sus cervezas a varios restaurantes capitalinos.
Chelarte es la creación de un par de socios, que llamados por el encanto de la cerveza, decidieron dejar atrás su rol de empleados y proceder montar este emprendimiento.
Siendo uno de ellos ingeniero químico y el haber vivido en Alemania durante un año, aprovecharon esta experiencia, tanto técnica como vivencial para empezar a elaborar sus cervezas, de forma casera.
Uno de los aspectos que destaca (y hace sumamente interesante) a los productos de Chelarte es la denominación de cada uno de los cuatro estilos, ya que decidieron salirse de la rutina "roja, dorada y negra" y bautizaron a sus bebidas con nombres femeninos: Pamela (ale de verano), Raquel (pale ale), Carmela (brown ale) y Zenaida (stout de avena). En la foto se puede apreciar las ilustraciones que complementan la imagen de las cervezas.
Como punto importante a destacar, me sorprendí bastante con la calidad de las cervezas, cuya característica primordial es el balance perfecto entre los sabores y aromas, y cuya suavidad permite beber unas cuantas en una sola noche. En verdad que da gusto ver que un proyecto reciente respete a sus clientes ofreciendo cervezas tan bien elaboradas y placenteras (la reseña de cada una de éstas será publicada en los próximos días)
Hablando de la casa cervecera, los visitantes pueden quedar algo impactados, ya que a pesar de ser un sitio de cerveza, no tiene la clásica decoración con la que se relaciona la gran mayoría de estos establecimientos, es decir, no encontrarán un ambiente forrado en madera e iluminación indirecta, al contrario, se toparán con un local bastante amplio, descomplicado, sin excesos en su decoración, con buena iluminación, lo que da la impresión que Chelarte estuviese ubicado en una ciudad costera, y no a 2600 msnm.
Otra de las características del sitio es su mobiliario, en la que se encontrarán una gran barra en la mitad del sitio (como las que se usan en los jardines cerveceros alemanes). En cuanto a comida, ofrecen un pequeño número de platos, los cuales se sugieren en la carta con las cervezas indicadas para realizar el maridaje perfecto.
Recomiendo plenamente a Chelarte como un lugar para escapar por unos momentos del stress y el agite de la vida cotidiana, o mejor aun, si desean comentar y opinar con los amigos y/o pareja sobre la última película de cine independiente que acabaron de ver, ya que el bar queda al lado de Cinemania, sitio famoso por proyectar este tipo de cine.
Muchos éxitos a Camilo Rojas y su socio en este bonito proyecto, buen viento y buena mar para Chelarte, un lugar que merece ser visitado y sus cervezas bebidas con el mayor de los gustos.
Si desean más información de Chelarte, pueden visitar su sitio web.
Barbãr Bok
Hace 3 días
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