Otra de mis aficiones cerveceras es coleccionar los envases vacíos de las cervezas que bebo (otros los guardan con su contenido intacto), y los ubico en un mueble que está en el comedor, dándole a este espacio una inquietante y excelente decoración. Claro que el espacio es muy limitado y varias botellas han tenido que ser guardadas en cajas, hasta que adapte otro espacio que me permita exhibirlas.
Sin embargo, las botellas de las cervezas que importan para el mercado colombiano vienen con un añadido que en la mayoría de las veces, estropea por completo la elegancia y diseño del envase y la etiqueta, y me refiero a esos adhesivos horrendos de color blanco, los cuales informan sobre la empresa que trae el producto y los que dicen, en letra enorme "EL EXCESO DE ALCOHOL ES PERJUDICIAL PARA LA SALUD".
El detestable adhesivo que advierte sobre el consumo excesivo, por lo general es pegado en la etiqueta que identifica la cerveza, lo que inevitablemente daña por completo la belleza de ésta, y como los adhesivos de papel son una tortura para desprender (y si están pegados a otra superficie de este material, peor), no queda más remedio que dejarlos en ese lugar, so pena de acabar rasgando la identificación de la cerveza.
Otro grupo de importadores, quizás respetando el diseño de la etiqueta frontal deciden imprimir en un mismo trozo de papel, la advertencia y los datos de contacto de la empresa, para que de este modo adhieran este elemento en la parte lateral de las botellas. Sin embargo, el hecho que también el adhesivo se componga de papel, lo convierte en algo tedioso para despegar, aunque si es más sencillo de remover y no compromete las etiquetas originales de la cerveza (a no ser que lo peguen de forma errónea).
Pero como para todo hay gustos, otro segmento de empresas deciden de forma muy elegante, que este adhesivo legal sea elaborado de plástico transparente. Es evidente que al hacer eso, se respeta mucho el diseño de la botella y etiquetas, y también permite que éste se pueda desprender de forma sencilla, rápida y sin dejar ninguna marca o rastro que estropee algún componente original del envase. Como consumidor, considero que todo esto debería ser así, por lo menos.
Los que se llevan mis aplausos y ovaciones son aquellos importadores que tal vez hablan con el fabricante de las etiquetas originales, para que en las que se ubican en la parte posterior del envase, se imprima de una vez los datos de la empresa que trae la cerveza a Colombia. Definitivamente esto si es lo mejor para un coleccionista, ya que no tiene que hacer ninguna maniobra para dejar la botella tal y como salió de la planta cervecera. Sin embargo, supongo que esta es la manera más costosa para cumplir con este requisito legal.
Lamentablemente, este problema no es sólo de Colombia, de varias botellas de cerveza importada que me traje de Chile, éstas también presentaban estos horribles adhesivos de color blanco, pegados con sustancias que son muy difíciles de remover.
Barbãr Bok
Hace 2 días
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