Como muchas profesiones y pasiones, la cervecería también tiene sus santos patronos y protectores, que han ido apareciendo a través del curso de la historia, acá están los más renombrados.
Santa Brígida (457- 525), de origen irlandés, fue una persona conocida por su bondad y compasión, así como su amor por la cerveza y su producción espontánea de la misma, en su tiempo, se dijo que desde el Jueves Santo hasta el final de Pascua, ella podía satisfacer con un solo barril de cerveza a los feligreses de 18 iglesias. También se comentó que durante una misión a una aldea de enfermos de lepra, ellos estaban tan sedientos que despertaron lástima en la santa, la cual se puso a orar piadosamente y logró convertir una alberca de agua sucia (donde los leprosos se bañaban) en un pozo lleno de refrescante y deliciosa cerveza.
Arnoldo de Metz (580-640), anunció los beneficios de beber cerveza, la cual era segura de consumir debido a su elaboración. "No bebáis agua, bebed cerveza" manifestó, debido a la pésima calidad del agua en su época. Tan fuerte era su fe en los poderes cerveceros, que durante una epidemia, el colocó su crucifijo en una cuba cervecera y persuadió a los habitantes que tomaran sólo el líquido de la vasija "milagrosa", esta acción extinguió en unas pocas semanas a la mortal epidemia.
Arnoldo de Soissons (1040- 1087) es el patrón de los recolectores de lúpulo. Su multiplicación de la cerveza ocurrió una vez que el techo de un monasterio en Flandes (Francia) colapsó y destruyó las existencias de cerveza de los monjes. Con unos pocos barriles intactos, el santo pidió ayuda divina y milagrosamente el número de barriles con cerveza se multiplicó, tanto como los monjes y los habitantes se llenaron de regocijo. Así como fue milagroso, también fue innovador, ya que introdujo la idea de los conos de pitillo, un procedimiento para filtrar y clarificar la cerveza.
Arnoldo de Oudenaarde (?- 1100) reveló sus milagros en los campos de batalla. Antes de ordenarse como monje benedictino, luchó con Dios y la cerveza, como sus aliados. Durante una batalla en Flandes, él "hechizó" unas jarras con cerveza para reanimar y curar a sus soldados. Tiempo después, fundó la Abadía de San Pedro en Oudenburgo (Bélgica), donde se impartieron las artes de la elaboración cervecera.
Pero no todo fue milagros, la monja benedictina llamada Hildegard von Bingen (1098- 1179) descubrió el enorme valor de los lúpulos en la elaboración de cerveza, ya que éstos añadidos a la bebida, alargan su vida, al detener la descomposición. Otra conexión con los lúpulos viene de Bohemia (Rep. Checa), donde Wenceslao encontró una vez a un pobre hombre enfermo, que después de darle asilo lo encontró robando valiosas plantas de lúpulo para enviarlas al extranjero, el rey Wenceslao inmediatamente lo arrojó a los calabozos. Esta acción fue todo un hito del rey ante los productores de lúpulo y cerveceros locales, que enseguida fue adoptaba como un símbolo del nacionalismo checo, y también fue nombrado santo patrono de la antigua Checoslovaquia y por supuesto, de los cerveceros checos.
También la cerveza fue protagonista en procesos de conversión al cristianismo, San Columbano (543- 615) fue un misionero irlandés cuyas labores se realizaron en Alemania. Una vez se encontraba caminando por los bosques cuando se topó con unos campesinos paganos, que iban a cometer el grave sacrilegio de ofrecer un tonel de cerveza a su dios, Columbano se dio cuenta de este ritual, exhaló su aliento tan fuerte que destrozó el barril. Luego les explicó a los campesinos que era un pecado desperdiciar la cerveza de esa manera, ya que al Dios cristiano le encantaba la bebida, pero sólo cuando se bebía en su santo nombre. Notablemente impresionados por lo sucedido, fueron convertidos a la nueva y "cervecera" religión.
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Barbãr Bok
Hace 1 día
2 comentarios:
Gigante! Me encantan estos datos sobre la cerveza, conocía poco sobre esto. Te molestaría que hiciera una entrada hablando del tema, pero poniéndo un link a tu página para que lo lean de aquí (mi intención no es copiar pues y trabajar de más no es mi lema y espero no lo sea nunca jejeje).
Eso, salud!
Estimado Jorge,
Parabéns pelo blog e pelas postagens.
Um abraço,
Jean Claudi.
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