domingo, 25 de abril de 2010

La Ronda Nº 23: Reclamos cerveceros

El equipo argentino de místicos cerveceros denominado La Logia Cervecera, después de una ausencia prolongada de la escena de la Ronda Cervecera, ha decidido albergar la edición Nº 23 del evento número uno de los blogs cerveceros de habla hispana (y portuguesa) de todo el mundo.
El tema de esta Ronda, se basa en que actitud tomariamos como renombrados escritores cerveceros, si sucediera lo siguiente:
Hay un tema recurrente que siempre genera discusión dentro de la Logia. Que actitud tomar cuando uno va a un bar y desembolsa una buena cantidad de dinero para disfrutar una buena cerveza y lo que le sirven no está en buen estado? O bien no es el producto que uno jura y recontra jura que venía tomando y ya no es lo mismo?
Reclamamos? Nos quejamos? Hacemos tripas corazón y nos tomamos hasta la última gota jurando nunca más volver pero sin decir palabra alguna?
Y en caso de que uno se haya quejado... como fue la reacción del lugar? Nos cambiaron la cerveza por una que si estaba bien? Nos dijeron que es lo que hay y a otra cosa? Nos dieron explicaciones raras de por que la cerveza debería ser así?

Bueno, en el transcurso que llevo escribiendo en este blog, he estado conociendo lugares cerveceros para ir a beber, comer y pasar un buen rato, y afortunadamente, no he tenido ninguna situación en la que me hayan servido o tirado cerveza que estuviera en mal estado, es más, con la comida con que suelo acompañarla, tampoco he tenido ningún tipo de sorpresa desagradable.
Tal vez esto no haya sucedido porque acá los sitios cerveceros que conozco, almacenan debidamente todas sus bebidas, las protegen de la luz directa y se trata de mantener la cadena de frio, en fin, parece que mimaran a la cerveza para que ésta de lo mejor de si misma al cliente final, y éste quede con muchas más ganas de beber, beber y beber. Suele suceder también que cualquier barril (o keg) que ya empiece a quedar totalmente vacío, es reemplazado inmediatamente por uno nuevo que está lleno de cerveza fresca.
Pero tengan por seguro, que si alguna vez me encuentro con una bebida que a leguas se nota que está deteriorada, presenta mal aspecto o no está a la temperatura adecuada, haré el reclamo correspondiente, al fin al cabo, mi dinero también vale y no hay nada para un aficionado cervecero como disfrutar de una cerveza en las condiciones óptimas.

sábado, 24 de abril de 2010

Una curiosidad cervecera

A excepción de ciertas cervezas que se les añade cola de pescado, uno creería que está bebiendo un líquido elaborado únicamente con vegetales, hongos y agua. Pero en cierta ocasión, un miembro del grupo de Facebook llamado Felipe Zooler promulgó esta página web, que informaba al público en general que muchas cervezas utilizan ingredientes de origen animal en alguna etapa de su producción (sobretodo en el filtrado).
La publicación de este enlace, me generó algunas dudas, pero el homebrewer Nicolás Cavanzo, quien está haciendo el curso de maestría cervecera en el Siebel Institute of Technology, nos comentaba que en muchas ocasiones se utiliza el colágeno presente en las pezuñas de los vacunos o porcinos, ya que éste es un excelente agente filtrador y aclarador.
Personalmente, no voy a dejar influenciar mis compras de cervezas porque hayan o no utilizado agentes de origen animal, ya que me considero un carnivoro de tiempo completo y siempre suelo acompañar mis cervezas con algún embutido o corte de carne, pero aquellos que sigan la corriente vegetariana, es una buena idea que consulten la página, que se actualiza de manera frecuente.

lunes, 12 de abril de 2010

Cerveza Brasilera - St. Gallen weissbier

Después de dos años de estar laborando, tuve la oportunidad de disfrutar mis vacaciones y opté viajar para Rio de Janeiro, una ciudad que siempre quize conocer.
Aparte de visitar y fotografiar sus hermosos atractivos turísticos, también estoy aprovechando este viaje para degustar las cervezas brasileras microindustriales, que según los blogs de Rodrigo Campos y Jean, son bastante numerosas y de estilos variados. La primera cerveza que degusté fue la St. Gallen weissbier, originaria de la ciudad de Teresópolis, estado de Rio de Janeiro.
La Cervecería St. Gallen se fundó en 1912, cuando un señor llamada Alfredo Claussen (de ascendencia danesa) decidió montar la primera cervecería y empresa de Teresópolis llamada Claussen e Irmaos. Al principio, sólo se producía cerveza para la familia y círculo social cercano, pero al ver el impacto positivo que generaba esta cerveza, decidió masificar su producción.

Precio: R$10ºº ($10.000ºº), botella de 600 mL. 
Alcohol: 5,5%.
Estilo: Cerveza de trigo.
Color: Amarillo, turbio.
Aroma: Manzana, pan, cítricos.
Espuma: Blanca, amargas, gruesa, duración moderada, cremosa, densa.
Sabor: Ácido, amargo, madera, cítricos, a grano, caramelo, manzana, maltoso.
Carbonatación: Media.
Cuerpo: Leve a moderado.
Regusto: A madera, de larga duración.
Apreciaciones personales: Una cerveza de trigo muy bien hecha, con mucho carácter y fortaleza en su sabor y aroma, como sus similares alemanas. Bastante compleja y muy rica para beber y refrescarse después de un día caluroso. Una cerveza que sugiero beber cuando se conozcan estas tierras (sobretodo, cuando Brahma y Skol tienen inundada de publicidad toda la ciudad y se busca algo diferente).

sábado, 3 de abril de 2010

Más allá de la cerveza

Esta semana me encontré con un vecino al cual hace mucho tiempo no veía, empezamos a hablar sobre que rumbo habían tomado nuestras vidas y le comenté que actualmente, aparte de la ingeniería, era un escritor enfocado en la cerveza. Él se sorprendió mucho y me solicitó que siguiera hablando sobre este tema, yo con mucho gusto profundice un poco, cuando me hizo una pregunta bastante interesante y que nunca había puesto a análisis: ¿Qué hay de utilidad cuando una persona se dedica a catar cervezas?
Justamente, esa inquietud me trajo el recuerdo cuando una vez en la oficina solicitamos un botellón de agua a una conocida embotelladora de gaseosas que tiene su planta en la ciudad; al rato llegaron los empleados de dicha empresa repartiendo el agua embotellada a todas las áreas. Yo, como tenía mucha sed en ese entonces, fui el primero que destapé el botellón y me serví un poco de agua, pero cual sería mi sorpresa cuando me di cuenta que el sabor del líquido era como aquel que sale de cualquier grifo, es decir, todo evidenciaba que esa agua no fue tratada en la planta de gaseosas. Enseguida, alerté a mis compañeros, pero ellos al probar el agua no sintieron ninguna diferencia.
¿Me estaré volviendo paranoíco? me dije, pero días después, a uno de los jefes del área en que yo trabajo le informaron directamente desde la planta de gaseosas que había sido desmantelada una mafia de empleados que reemplazaba el agua tratada por ellos por agua común y corriente (de la empresa de acueducto) y que los delincuentes se enfocaban en repartir esa agua "adulterada" en las grandes empresas.
Esa fue la respuesta que le di a mi vecino, el hecho de catar cervezas, va mucho más allá de la bebida y me ha permitido agudizar un poco más mis sentidos del olfato y el gusto, cosa que me permite disfrutar muchos más de los sabores de cualquier bebida y alimento que pasa por mi paladar y también me alerta cuando me están metiendo "gato por liebre" cuando solicito una bebida o comida en particular (ej. si pido una carne de cerdo y me traen una de res) ¡¡si, aunque suene trivial el ejemplo, conozco mucha gente que no distingue una de otra!!
Después de la conversación y la respuesta contundente, mi vecino que esta trabajando en un área denominada "análisis de nuevos mercados y negocios" decidió ofrecerme su colaboración para ciertos proyectos de emprendimiento que tengo en mente.