miércoles, 27 de febrero de 2013

Chelarte, Casa Cervecera - Bogotá

El movimiento cervecero, en lo que a Bogotá concierne, va enriqueciéndose con nuevos proyectos de emprendimiento, de los cuales se destaca la forma impecable como son implementados, tanto en estética como en la calidad de cervezas.
Uno de los nuevos jugadores en la escena se llama Chelarte, cuyo nombre es la unión de la palabra "chela" (sinónimo de cerveza) y "arte", por lo de artesanal.
Esta empresa, que se constituye por una planta cervecera ubicada en la localidad bogotana de Suba y su respectivo bar, localizado a pocas cuadras del famoso Parque de la 93 (Cra 14 93B 45) lleva algunos meses de operación formal, sin embargo, y a pesar del poco tiempo, ya han logrado entrar con sus cervezas a varios restaurantes capitalinos.
Chelarte es la creación de un par de socios, que llamados por el encanto de la cerveza, decidieron dejar atrás su rol de empleados y proceder montar este emprendimiento.
Siendo uno de ellos ingeniero químico y el haber vivido en Alemania durante un año, aprovecharon esta experiencia, tanto técnica como vivencial para empezar a elaborar sus cervezas, de forma casera.
Uno de los aspectos que destaca (y hace sumamente interesante) a los productos de Chelarte es la denominación de cada uno de los cuatro estilos, ya que decidieron salirse de la rutina "roja, dorada y negra" y bautizaron a sus bebidas con nombres femeninos: Pamela (ale de verano), Raquel (pale ale), Carmela (brown ale) y Zenaida (stout de avena). En la foto se puede apreciar las ilustraciones que complementan la imagen de las cervezas.
Como punto importante a destacar, me sorprendí bastante con la calidad de las cervezas, cuya característica primordial es el balance perfecto entre los sabores y aromas, y cuya suavidad permite beber unas cuantas en una sola noche. En verdad que da gusto ver que un proyecto reciente respete a sus clientes ofreciendo cervezas tan bien elaboradas y placenteras (la reseña de cada una de éstas será publicada en los próximos días)
Hablando de la casa cervecera, los visitantes pueden quedar algo impactados, ya que a pesar de ser un sitio de cerveza, no tiene la clásica decoración con la que se relaciona la gran mayoría de estos establecimientos, es decir, no encontrarán un ambiente forrado en madera e iluminación indirecta, al contrario, se toparán con un local bastante amplio, descomplicado, sin excesos en su decoración, con buena iluminación, lo que da la impresión que Chelarte estuviese ubicado en una ciudad costera, y no a 2600 msnm.
Otra de las características del sitio es su mobiliario, en la que se encontrarán una gran barra en la mitad del sitio (como las que se usan en los jardines cerveceros alemanes). En cuanto a comida, ofrecen un pequeño número de platos, los cuales se sugieren en la carta con las cervezas indicadas para realizar el maridaje perfecto.
Recomiendo plenamente a Chelarte como un lugar para escapar por unos momentos del stress y el agite de la vida cotidiana, o mejor aun, si desean comentar y opinar con los amigos y/o pareja sobre la última película de cine independiente que acabaron de ver, ya que el bar queda al lado de Cinemania, sitio famoso por proyectar este tipo de cine.
Muchos éxitos a Camilo Rojas y su socio en este bonito proyecto, buen viento y buena mar para Chelarte, un lugar que merece ser visitado y sus cervezas bebidas con el mayor de los gustos.
Si desean más información de Chelarte, pueden visitar su sitio web.

martes, 19 de febrero de 2013

Brasserie du Mont Blanc Rousse - Francia

Por costumbre general, a Francia se le relaciona únicamente con vino y cognac, sin embargo los galos también elaboran y distribuyen cervezas muy interesantes. La única cerveza francesa que se ha visto por el país es la Reflets de France, proveniente de una empresa que tiene en su portafolio desde quesos hasta miel de abejas; aunque lamentablemente dicha cerveza dejó de venderse hace unos años.
Pero si las personas que leen este blog, tienen la oportunidad de viajar a otros países como Chile, encontrarán varias cervezas francesas a un precio bastante cómodo para el bolsillo.
En esta ocasión, traigo a colación esta peculiar cerveza llamada Brasserie du Mont Blanc Rousse, y le pongo este adjetivo ya que, según su etiqueta (escrita en francés e italiano), es elaborada con agua proveniente del famoso y célebre Mont Blanc (si, la misma inspiración de los bolígrafos, plumas y artículos de lujo), además que también integra en la receta tres variedades de maltas, avena y especias no especificadas.
Como nota adicional, esta cerveza obtuvo el galardón de los World Beer Awards y el ministerio francés de agricultura y alimentación la condecoró con medalla de oro, en el año 2011.
Como ven, así como en esa país se hacen los mejores vinos y quesos, no se quedan atrás en cuanto al arte cervecero.
Rousse es una cerveza que desprende aromas complejos, a frutas, maltas, arequipe y caramelo, genera una espuma bastante cremosa y sabor alcohólico, no posee mucho gas y en su sabor se evidencia fácilmente su alcohol (cuyo contenido es de 5,7% ABV), junto con el dulzor de las maltas, notas a caramelo y un amargor leve. En garganta es suave, pero se siente un poco el alcohol.
Esta cerveza es muy amable con el paladar, aunque es una bebida de cuidado, ya que por su contenido de alcohol puede generar cierto grado de embriaguez sin que el consumidor pueda darse cuenta inmediatamente.
Recomiendo plenamente esta delicia francesa, que ojalá algún día la podamos adquirir en el país, sin necesidad de viajar a otras naciones.

martes, 12 de febrero de 2013

Regresó la Stella Artois a Colombia

Parece que los lios, tramitología y demás obstáculos han sido superados, para que llegue nuevamente la famosa cerveza belga Stella Artois.
Esta entrada es a manera de información, ya que en el pasado recibí bastantes correos que me preguntaban porque esta marca habia desaparecido repentinamente del mercado colombiano.

lunes, 4 de febrero de 2013

Dudas sobre las "strong lager"

Algunas veces, la elaboración de ciertos tipos de cerveza despierta muchas inquietudes e incógnitas, y al menos que uno sea el súper maestro cervecero, para el resto de los parroquianos siempre causa algo de curiosidad, y porque no decirlo, malicia.
Pero lo más importante a tener en cuenta es el efecto que pueden tener estas cervezas de características tan inauditas en el organismo de quien las consume, ya que para muchos casos, estas bebidas causan tremenda resaca que dura hasta bien entrado el día siguiente, entre otros efectos secundarios.
De las cervezas a las que hago mención, son esas que vienen enlatadas (siempre son de 500 mL), que notifican su extraordinario contenido alcohólico con enormes dígitos que ocupan más de un cuarto de la altura del cilindro y con la característica que todas son "strong lager".
Hace unos años, hablé de un especimen de estos, pero cuyo sabor a alcohol era tan hostigante y desproporcionado que mereció la suerte de ser vertida en el sifón del lavaplatos, y desde ese día ni más; pero hasta hace poco, al calor de una estupenda reunión, caí en las garras de otra cerveza similar (con la diferencia que me bebí una lata de 500 mL entera).
Cabe decir que al otro día, la resaca (o guayabo) fue algo insoportable, como si hubiera bebido charuco (bebida destilada artesanal que hacen en el departamento de Nariño, de altísimo contenido alcohólico), y que a pesar de comer alimentos grasosos (suelo hacer este tratamiento cuyos resultados son efectivos), el efecto de la noche anterior no pasaba, seguía ahí. Dicha sensación terrible me duró hasta bien entrada la noche, cuando mi cuerpo empezó a recuperarse.
Ya teniendo como base la experiencia del charuco, era evidente que ese guayabo no era típico, que lo manifestado en el organismo fue la reacción a algo anormal que se encontraba en la cerveza.
Es obvio que una cerveza de estás, cuyo cuerpo no es denso como los vinos de cebada, que a leguas se nota que no utilizan suficiente malta base para justificar esos incrementos de alcohol, tiene que acudir a ciertos métodos que desconozco, para elevar su contenido alcohólico a esos niveles tan sorprendentes.
De forma que agradezco a algún experto o profesional para que me saque de esta duda, aunque lo que si es seguro es que la próxima vez que me ofrezcan uno de estos brebajes lo rechazaré enseguida.