miércoles, 17 de julio de 2013

No es el paraíso, pero hay más libertad

Hace unos días compartieron en el grupo de Facebook, una imagen que muestra un comunicado de una entidad mexicana de control de competencias, en la que ordena abolir los contratos de exclusividad que manejan las grandes cerveceras de ese país, con el fin eliminar las restricciones que tenían las cerveceras alternativas a la hora de vender sus productos en restaurantes y bares.

Sin duda, es un gran paso en México, país que se caracteriza por sufrir las consecuencias de monopolios y oligopolios sumamente fuertes, corruptos y acérrimos enemigos de la libre competencia.

Por acá en Colombia, si bien no es un paraíso y hay mucho que hacer, se goza de más libertad para que las cervecerías alternativas tengan a su disposición más canales de venta externos. Para darse cuenta, no es más que salir a varios bares y restaurantes para darse cuenta en las cartas, que ya hay presencia de las cervezas que elaboran empresas independientes, y cuya tendencia es ir creciendo.

En muchos eventos cerveceros que asisto, e interactuando con los presentes, siempre me gusta decir esta frase: "Gracias a Dios, Bavaria quedó en manos de surafricanos". ¿Por qué? Tal vez varias personas ignoran o se les ha olvidado que esta empresa perteneció al Grupo Santo Domingo (cuyo líder era el señor Julio Mario Santo Domingo), un conglomerado empresarial que se caracterizaba precisamente por sus formas "non-sanctas" a la hora de enfrentarse a la libre competencia (más o menos lo que sucede en México).
Si Bavaria hubiese seguido en manos de este grupo (y su líder no hubiese pasado al más allá), me atrevo a afirmar que, muy seguramente no existiría esta variedad de pequeñas cerveceras independientes y seguiriamos bebiendo lo mismo que consumieron nuestros ancestros.

Y como decía, si bien falta mucho camino para recorrer (Bavaria continúa persuadiendo a los dueños de restaurantes y bares, ofreciendo activos para hacer más atractivos sus negocios con el fin de ganar "exclusividad" para sus productos, lo que impide que las cervecerías alternativas se puedan ganar el corazón de los propietarios de estos establecimientos), el tema es muchísimo más amable y benévolo que en México.

Me dio sed, y aunque en Bogotá hay ley seca por la final del FPC, voy por una rica cerveza a la nevera.
¡¡SALUD!!

2 comentarios:

Jay dijo...

Las grandes empresas han llegado a esas posiciomes sacando del camino a sus competidores. Solo hay que leer la historia de la cerveza en Colombia.

Esta es una de las razones para que los microcerveceros se agremien y puedan defenderse en la eventualidad de que la gran cervecería endurezca sus medidas.

Saludos

Manzapivo dijo...

Jay, lo que usted afirma es verdad, pero afortunadamente (hasta el momento) los suráfricanos han sido tolerantes con compartir, aunque sea poco, el mercado de restaurantes y bares con las cerveceras independientes. Sin embargo, es menester urgente formar la asociación, para tener peso legal en caso que el panorama se oscuresca.
Saludos.