
¿Alguna vez habéis probado alguna cerveza por primera vez, que en el momento os pareciese una casi completa perfección, a la que más adelante hayáis dado una segunda cata y vuestros pareceres ante esta cerveza hayan disminuído sustancialmente? No me refiero a que la segunda vez os parezca una mala cerveza, sino que no haya llegado a los niveles épicos que alcanzó en vuestro primer paladeo, cuando incluso os atrevisteis a ponerla en vuestro top 5 personal.
A título personal, pienso que esa situación sucede cuando se comienza a ingresar a este mundo, y nuestro sentido del gusto no está tan agudo (claro, lo que se bebió durante toda la vida fueron cervezas de escaso sabor) y cualquier sabor novedoso de esas cervezas "no probadas antes" nos deslumbra, tanto que esas marcas las ponemos en un pedestal, donde son motivo de adoración. Ya con el correr del tiempo, nuestro paladar va evolucionando y esas bebidas "adoradas", dejan de serlo.

Fui un asiduo consumidor de esta referencia durante varios meses, pero ya, para ese entonces, conocí otras cervezas con sabores y aromas muchísimo más complejos que poco a poco me hicieron dejarla a un lado. Hoy día, la compro de manera muy esporádica, pero cuando la vuelvo a vertir en un vaso y degustarla, la disfruto con el mayor de los gustos, aunque ya no genera lo mismo de áquel día.
3 comentarios:
Totalmente de acuerdo, la misma impresión me dejo esta cerveza.
Saludos!!
Es rica, pero hay mejores.
Prezado Manzapivo,
Realmente nossos sentidos vão mudando, não sei se para melhor. Vamos ficando mais exigentes. Mas, como disse o Catador nesta Ronda 21, "Por el momento, sigo tomando!".
Un abrazo,
Jean Claudi.
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