Esta semana fue noticia la caída pronunciada de las ventas pertenecientes a la empresa cervecera más grande de Colombia, consecuencia del impuesto que decretó el gobierno nacional unos meses atrás para cubrir la emergencia social en salud.
Al principio, creí que ese nuevo tributo iba a afectar especialmente a las microcervecerías, menos mal mis temores no pasaron de ser eso y he visto con suma satisfacción, que el público a quienes están dirigidos sus productos sigue comprando en grandes cantidades estas cervezas y copando hasta el máximo los lugares cerveceros más famosos de la ciudad; como conclusión, y por lo que he visto, el impacto de incremento tributario a la cerveza pasó de manera desapercibida entre los amantes de la buena cerveza.
Pero irónicamente, el más afectado con estas medidas, fue una de las empresas que se considerarían como los escuderos y adalides del gobierno. Una situación bastante curiosa, ya que teniendo tanto poder económico y de influencias en las altas esferas de mando, decidieron conformarse con estas medidas impositivas (salvo algunos pronunciamientos que reflejaban su desacuerdo) y decidieron, de manera muy olímpica, difundir en los medios que el precio de sus cervezas había subido por los impuestos (de una manera poco dimplomática).
Es claro que esta empresa creyó que un pequeño incremento en el valor de sus cervezas no lo verían sus consumidores, pero si sumamos la poca delicadeza que tuvieron cuando notificaron de sus intenciones de trasladar el impuesto a sus clientes, además que la mayoría de ellos son personas de bajos ingresos económicos y cualquier dinero adicional que deban sacar es significativo, tenemos como resultado estos descensos en las ventas.
"Fíjate a quien apoyas, pues el día de mañana, te sacará los ojos".
Barbãr Bok
Hace 1 día
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