Leyendo la revista dominical del periódico El Espectador, me topé con un artículo* cuyo enfoque se centraba en qué bebidas se deberían consumir en ambientes de mucha elegancia y con personas de alto perfil social y económico. Gran parte del contenido se centró en el whisky y cocteles sofísticados, pero hubo un aparte (dos renglones) en el que se hablaba de la cerveza.
El escritor recomendaba, para estas situaciones de elegancia y glamour, solicitar una cerveza artesanal o una cerveza ligera. Punto final.
Me parece excelente que el autor inlcuyera en su artículo glamuroso a la cerveza, digno de admirar que se haya quitado de encima los prejuicios y falsos mitos que giran en torno y la hiciera parte de una alternativa para beber en los ambientes más exclusivos. Pero así como dedicó el 98% de la página a informar sobre el whisky y los cocteles, debío distribuir más equitativamente estas proporciones. Hablar de una cerveza ligera y otra artesanal y dejar todo ahí, deja un manto de incertidumbre con las personas que poco o nada conocen de la cerveza.
En un párrafo de 5 líneas, pudo perfectamente hablar de las cervezas de abadía y trapenses, las de trigo, las de alto contenido alcohólico (tipo Duvel), y muchas otras variedades, de manera que ofreciese una pequeña orientación a las personas que frecuentan este tipo de lugares y eventos.
Ahora, una cerveza ligera o "light", queda bien cuando se termina de hacer ejercicio o se está bajo un clima sofocante, pero ya para situaciones sociales más exigentes me parece algo fuera de contexto. Esas cervezas, debido a su extrema suavidad, no son bebidas para conversar; si uno se pone a rendir una bebida de esas mientras habla de la cotización en la bolsa, o del último Ferrari que salió, en cuestión de pocos minutos ese líquido queda sabiendo a nada (o peor, a óxido), lo que le bajaría el "status" a cualquier reunión.
* Este artículo no tiene versión en línea, si desea leerlo, puede consultar la revista dominical del día 6 de junio de 2010.
Barbãr Bok
Hace 20 horas
3 comentarios:
Uffff!!!! "Cerveza artesanal" como si fuese una sola cosa, una marca. Cómo me están cansando con eso, máxime cuando nadie es capaz de definir qué es "cerveza artesanal".
No me imagino a alguien que no conozca de cerveza ordenando al mesero que tampoco tiene conocimientos, una cerveza artesanal.
Tremenda paradoja y ecuación de infinitas soluciones que se podría generar con esa situación.
Y si me acaba de ocurrir algo más glamoroso, una cerveza artesanal ligera! He encontrado mi nueva profesión, asesor de glamour, el que tenga interés me puede contactar...
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