domingo, 6 de junio de 2010

Glamuroso, pero faltó mucho más

Leyendo la revista dominical del periódico El Espectador, me topé con un artículo* cuyo enfoque se centraba en qué bebidas se deberían consumir en ambientes de mucha elegancia y con personas de alto perfil social y económico. Gran parte del contenido se centró en el whisky y cocteles sofísticados, pero hubo un aparte (dos renglones) en el que se hablaba de la cerveza.
El escritor recomendaba, para estas situaciones de elegancia y glamour, solicitar una cerveza artesanal o una cerveza ligera. Punto final.
Me parece excelente que el autor inlcuyera en su artículo glamuroso a la cerveza, digno de admirar que se haya quitado de encima los prejuicios y falsos mitos que giran en torno y la hiciera parte de una alternativa para beber en los ambientes más exclusivos. Pero así como dedicó el 98% de la página a informar sobre el whisky y los cocteles, debío distribuir más equitativamente estas proporciones. Hablar de una cerveza ligera y otra artesanal y dejar todo ahí, deja un manto de incertidumbre con las personas que poco o nada conocen de la cerveza.
En un párrafo de 5 líneas, pudo perfectamente hablar de las cervezas de abadía y trapenses, las de trigo, las de alto contenido alcohólico (tipo Duvel), y muchas otras variedades, de manera que ofreciese una pequeña orientación a las personas que frecuentan este tipo de lugares y eventos.
Ahora, una cerveza ligera o "light", queda bien cuando se termina de hacer ejercicio o se está bajo un clima sofocante, pero ya para situaciones sociales más exigentes me parece algo fuera de contexto. Esas cervezas, debido a su extrema suavidad, no son bebidas para conversar; si uno se pone a rendir una bebida de esas mientras habla de la cotización en la bolsa, o del último Ferrari que salió, en cuestión de pocos minutos ese líquido queda sabiendo a nada (o peor, a óxido), lo que le bajaría el "status" a cualquier reunión.
* Este artículo no tiene versión en línea, si desea leerlo, puede consultar la revista dominical del día 6 de junio de 2010.

3 comentarios:

Pivní Filosof dijo...

Uffff!!!! "Cerveza artesanal" como si fuese una sola cosa, una marca. Cómo me están cansando con eso, máxime cuando nadie es capaz de definir qué es "cerveza artesanal".

Manzapivo dijo...

No me imagino a alguien que no conozca de cerveza ordenando al mesero que tampoco tiene conocimientos, una cerveza artesanal.
Tremenda paradoja y ecuación de infinitas soluciones que se podría generar con esa situación.

Pivní Filosof dijo...

Y si me acaba de ocurrir algo más glamoroso, una cerveza artesanal ligera! He encontrado mi nueva profesión, asesor de glamour, el que tenga interés me puede contactar...