Desde hacía unos meses, tenía guardadas varias botellas de cerveza (cuyo contenido de alcohol es mayor a 6%) y aunque la fecha de vencimiento ya había caducado, no le di mucha importancia a esto y decidí disfrutar de su contenido.
Como ya había tenido la oportunidad de beber esas cervezas recién salidas de la embotelladora, me di cuenta que el tiempo les hizo bastante bien.
Las cervezas (que eran de diferentes marcas), tenían más cuerpo, eran muy suaves y sedosas, la espuma que se formó era mucho más cremosa, consistente y siempre estuvo ahí hasta que finalicé. En conclusión, las cervezas habían evolucionado de manera óptima y fantástica.
Evidentemente, esta experiencia es apta para aquellas personas que tengan mucha paciencia para esperar unos 4-5 meses antes de destapar una botella, y por supuesto, para los que no se asustan o entran en desconfianza cuando ven una fecha de vencimiento que ha sido superada. También quiero recalcar que las cervezas fueron elaboradas con una buena cantidad de malta y sin ningún adjunto "barato" (léase maíz o arroz).
De igual forma, esto ya la había hecho con cervezas cuyos contenidos de alcohol no eran inferiores a 5%, sin embargo estas bebidas si fueron afectadas drásticamente por el paso de los meses y ya habían perdido mucho sus características (pero eso sí, seguían siendo bebibles).
Barbãr Bok
Hace 3 días
2 comentarios:
A mi me gusta tenerlas un tiempo en casa antes de consumirlas. En general, no he tenido problemas (más bien lo contrario) con cervezas caducadas.
El tiempo es malo para cervezas de estilos muy lupulados: se apaga el aroma notoriamente.
¿De qué cervezas se trata, si no es mucho preguntar? :-)
Salu2!
Birraire, estas pruebas las he hecho con infinidad de cervezas (desde ligeras hasta robustas), siendo las de mejor resultado aquellas que tienen más de 6 % de alcohol.
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