sábado, 5 de diciembre de 2009

Haciendo parte del proceso

Hay ocasiones que la vida tiene preparadas sendas sorpresas, que en el momento que llegan, dejan a las personas muy sorprendidas y sin palabras en la boca. Pues bien, la semana pasada recibí una llamada del Gerente Comercial de Inducerv San Tomás, invitándome a la ciudad de Medellín para que observara todo el proceso de elaboración de sus cervezas (en este caso, del estilo hefe weizen). Mi reacción fue de mucha felicidad, pues era la primera vez que hacía parte de este proceso en el cual pocos han tenido la oportunidad de observarlo y vivirlo personalmente (claro está, exceptuando a las personas que laboran en una planta cervecera), y desde que empecé con el blog, siempre había deseado observar, sentir y olfatear toda esta cadena de producción.

Además de mi, también fué invitado el homebrewer Nicolás Cavanzo. El sábado 28 de noviembre, recién bajamos del avión, llegamos a las instalaciones de Inducerv y como siempre fuimos recibidos con toda la amabilidad y hospitalidad caracterísiticas del talento humano de la planta, en verdad nos sentíamos como en casa.

Tecnología de punta al servicio de la cerveza.

A pesar de ser la segunda vez que visitaba la cervecería, no deja de descrestar el montaje técnico y los equipos involucrados en el proceso de elaboración. Con el privilegio que en esta ocasión iba a observar directamente como el talento humano y los equipos se unían en perfecta armonía para obtener un producto tan exquisito como la cerveza San Tomás Hefe Weizen.

Maceración de la malta en agua caliente.

Aunque todos los procesos de Inducerv se llevan a cabo de manera automatizada, éstos fueron configurados en modo manual para que pudiésemos observar lo que sucede desde la molienda de las maltas hasta el almacenamiento de la cerveza en los unitanques. Desde que inicia el macerado, toda la fábrica se llena del delicioso aroma de las maltas.

Añadiendo los lúpulos al mosto cervecero.

Una vez finalizada la etapa de macerado y recirculado, se obtiene el mosto cervecero, totalmente listo para añadirle los lúpulos. Antes de hervir el mosto, se agregan para que le de amargor a la cerveza, y justo antes de finalizar el hervido, se adicionan al mosto caliente para darle aroma a la bebida (el proceso de lupulización toma una generosa cantidad de tiempo, dependiendo del estilo de cerveza).

El mosto lupulizado con rastros de proteínas insolubles.

¿Por qué quedó borrosa esta foto? Pues bien, era tanto el calor generado por el vapor que fotografié con un rápido movimiento de mis manos, a fin de no quemarme con los gases que emergían del mosto hirviendo. Se observan unas manchas turbias que son las proteínas que no fue posible disolver en la ebullición, además de una cantidad de espuma. Como estos rastros y residuos de lúpulo no son para el consumo humano, se deben separar del líquido que pasará a ser cerveza.

Llenando el tanque "remolino" (obsérvese la pipeta).

Para separar estos residuos que generarían sabores y presentaciones indeseables en la cerveza, se utiliza el tanque "remolino" (o whirlpool), en el cual, el mosto entra de manera tangencial a las paredes, a una gran presión, haciendo que estos componentes insolubles y residuos de lúpulo se asienten en el fondo.

Los residuos en el fondo del tanque "remolino".

El mosto clarificado y limpio, pasa a una red de tuberías hasta llegar al intercambiador de calor, que es un dispositivo encargado de bajar la temperatura al mosto de manera controlada y rápida, hasta llegar a un punto deseado. (Si se inyecta el líquido muy caliente a los tanques de fermentación, simplemente elimina a las levaduras).

Mosto saliendo del intercambiador de calor.

Este mosto más frio, ya pasa directamente a los unitanques, donde se encuentra la levadura cervecera lista para hacer su trabajo de convertir los azúcares en alcohol etílico y gas carbónico.

Unitanques de acero inoxidable.

Los unitanques contienen una especie de indicador que informa al cervecero que la levadura está realizando su trabajo, se trata de una pequeña valvula de escape, inmersa en un recipiente con agua, en la cúal el líquido genera burbujas cuando escapa algo del gas carbónico que están produciendo las levaduras. Cuando el agua ya queda calma, quiere decir que el proceso de fermentación ha finalizado.

                                           Válvula dejando escapar algo de gas carbónico.

Todo este proceso duró desde que inició la mañana hasta caer la tarde,  y fue un hermoso detalle observar como todo el talento humano involucrado tuvo tanta disposición a enseñarnos y aclarar nuestras dudas, y sobretodo, brindarnos su valioso tiempo para atendernos. De nuevo, muchísimas gracias a Juan Camilo, Juan Carlos, Luz Elena, Gloria, Carlos, Adrián, Juan David, Esteban, Alexandra, Jaime por esta magnífica sopresa y darnos el honor de "meter la mano" en la cadena de producción.

Nicolás, Luz Elena, Adrián, Juan David, Manzapivo

4 comentarios:

Eduardo Deleuze dijo...

Que linda fabrica, se ven muy bien esos fermentadores y las calderas.
Excelente nota.
Saludos cerveceros!

Manzapivo dijo...

Gracias Eduardo, en algún tiempo saldrá ese lote en el cual participé en su elaboración.

Saludos!!

Dr. Phyloel dijo...

Manzapivo. Felicitaciones por este blog, cada vez más fuerte con mejores manejos, buenas imágentes... mucho éxito proyectado. Un Abrazo y siga así

wilmar chaparro dijo...

que buena nota .....y visita supongo los felicito .