Cerveza belga - St. Paul Triple

Ya había pasado una buena cantidad de temas desde la última publicación de las opiniones que me generan las cervezas que hay actualmente en el mercado local. Para retomar este asunto, les traigo a las personas que aún no conocen la cerveza belga St. Paul Triple. Una cerveza que según su etiqueta se autodenomina como "de abadía" y que se elabora siguiendo la controvertida Ley de la Pureza de 1516.
Apenas es destapado su envase, sale a borbotones, aromas herbales, para luego pasar a aromas maltosos, vinosos y a frutos rojos. Ya en la copa, se muestra ante nuestros ojos un color ambarino opcaco, y una muy generosa y densa espuma astringente que será la compañía hasta que acabemos de beber. Un sabor muy fuerte y contundente, a vino, dulce, frutos rojos, naranja, malta, amargor moderado y un cuerpo muy robusto. El regusto, alcohólico y que sube la temperatura a la garganta.
Una excelente cerveza para paladares dispuestos a sentir sabores fuertes, apta para estos días de frio que se resisten a dejarnos ver el sol, ya que sube un poco la temperatura corporal de quien la bebe. Sin embargo, es de aclarar el cuidado especial con el contenido alcohólico, ya que sus 7,6%, junto sus sabores complejos y dulces, suben rápidamente a la cabeza.
Esta cerveza se consigue en gran cantidad en cualquier hipermercado Carrefour, junto con sus hermanas Speciale y Double, a un precio de $7000ºº por botella de 330 mL.
Como nota adicional, acompañé esta cerveza con una lasagna, y me sentí muy a gusto con ese maridaje.