domingo, 9 de mayo de 2010

Lo que es vivir una diferencia abismal

Me encontré con unos colegas de la universidad y como buenos colombianos, decidimos ir a tomar algunas cervezas para recordar viejos tiempos y hablar de la actualidad de nuestras vidas.

Entramos a un bonito bar tipo "lounge", y al final del pasillo de entrada, observé el logo de una cerveza colombiana a la que estimo bastante. Pensé inmediatamente que les daría a conocer a mis colegas esta cerveza, la cual no habían probado jamás, para que sintieran lo que es beber una cerveza con calidad de verdad.

Tomamos asiento y le solicité al mesero que nos trajera una de las variedades de la cerveza y les dije a mis compañeros "ahora van a probar lo que es una cerveza de calidad, y lo mejor de todo, de Colombia". En efecto, quedaron encantados con su delicioso sabor y adecuada textura y cuerpo.

Después de terminar, el mesero se acerca y nos dice que si ibamos a ordenar algo más, y procedimos a solicitar una cerveza nacional "premium" que es muy popular. Pero cual sería la gran (e infortunada) sorpresa cuando dimos el primer sorbo y nos encontramos con una diferencia abismal, la cerveza, prácticamente sabía a "agua de huevo" (uno de mis compañeros fue más alla con la percepción) y tanto como mis colegas y yo coíncidimos que fue una absoluta pérdida de dinero haber ordenado esa cerveza.

Sin embargo, a pesar de haber echado a perder algo de dinero, me sentí satisfecho con esa experiencia, ya que, sin querer queriendo, le di a entender a mis amigos lo que es disfrutar de una cerveza diferente, y de las bebidas "mediocres" que nos ofrecen algunos grandes emporios cerveceros, que nos hacen creer que son la última palabra y que en realidad, distan muchísimo de ser una cerveza de verdad verdad.

4 comentarios:

wilmar chaparro dijo...

estas en lo cierto ...... buena experiencia .. debemos crear la buen cultura cervecera del pais ya no mas cervezas mediocres de solo consumo.

Pivní Filosof dijo...

La mejor manera de "evangelizar", dejando que la cerveza sea la que hable.

Anónimo dijo...

Sin duda alguna la comparación de dos cervezas de calidades distintas es una experiencia enriquecedora, porque hasta el menos interesado en las cervezas va a apreciar la diferencia.
A la vuelta de Berlín, muchos de mis amigos se encontraron frustrados al probar las cervezas industriales de España, y cuando de vez en cuando les doy a probar alguna ceveza mejor de lo habitual, se sienten engañados con el mercado.

Creo que es un problema de todos, el ofrecer en todos los establecimientos la cerveza más popular y dejar de lado la calidad. Mientras la gente se siga guiando por las campañas publicitarias y no diga nada, seguirá imperando esta cerveza.

Un saludo.

Manzapivo dijo...

Si Wilmar, y cuando no son suficientes las palabras y argumentos, hay que hacer lo dice el Filósofo, dejar que la cerveza hable.
Tienes toda la razon Sir, mientras la publicidad de este tipo de cervezas literalmente "lave los cerebros" de los clientes, seguirán en el mundo estas bebidas mediocres.